Limpia profundamente todo tipo de cabellos, especialmente aquellos sometidos a procesos de coloración.
Neutraliza las cargas negativas que aportan los productos químicos, responsables de la estática, la textura áspera y la falta de brillo. Devuelve el equilibrio a la cutícula y ayuda a mantener el color a través de los lavados. Al reestructurarse la cutícula, el cabello queda más suave y con más brillo, resaltando el color.
